miércoles, 30 de julio de 2008

Algunas palabras...

EL GRITO MANSO

Si una persona se encuentra pidiendo ayuda a gritos y no hay nadie que la escuche, ¿esa persona existe? ¿Qué es lo que determina la existencia de algo? ¿Ese algo es determinado por si mismo o por el mundo que lo rodea? ¿Acaso algo deja de existir por más que uno no lo vea o no quiera verlo?

Muchos pasean tranquilos por la vida pensando que transitan por un mundo maravilloso del cual pueden nutrirse “libremente” de las mil y una maravillas que este les ofrece: autopistas cibernéticas, bólidos motorizados de acero, amigos electrónicos, fast food, casual sex, drogas que aturden la soledad y enmascaran el miedo, shopping, zapping, dinero, belleza, poder… pero son incapaces de ver más allá de lo que sus ojos pueden apreciar. No pueden observar la existencia de cuestiones tales como de la explotación, el hambre, la desigualdad social, discriminación, violencia... pero cuando logran apreciarlo, tienden a justificarlo como algo natural.

Así, el mundo se nos presenta como algo dado que debemos aceptar. Cada uno ocupa un lugar que debe respetar para no poner en peligro el “equilibrio natural” de la vida.

La historia y el cotidiano emiten un grito que denuncia un sin fin de cuestiones que ignoramos por acción u omisión, que sistemáticamente son disfrazadas para ocultar así su verdadero tenor. Sin embargo, el grito se torna manso no por su falta de fuerza, sino por la incapacidad que tenemos para escucharlo.

Este espacio intentar rescatar del olvido la memoria de lo vivido y lo silenciado del cotidiano. Aquí la historia y el presente se fusionan para desenmascarar lo vedado y transformar ese GRITO MANSO en algo que pueda ser escuchado.